Mi recuerdo de "The last dance"
Junio 1998.
Los Chicago Bulls se enfrentaban a un sexto y definitivo juego para ganar el 3-PEAT (tres campeonatos al hilo) y con ello sellar con broche de oro la mejor DINASTÍA de la NBA.
Yo cursaba el primer año de secundaria, aquellos días de exámenes finales cuando sólo íbamos a presentar el examen y regresábamos a casa, aunque yo me quedaba a jugar basquet aunque fuera sola en las canchas de mi escuela.
Los Toros venían de una serie fuertísima vs un gran equipo, la jugada que más recuerdo fue: El “gusano” Denis Rodman vs Karl Malone tratando de levantarse después de una ofensiva del Jazz pero ninguno de los dos lo permitía, se empujaban con el codo, el hombro, lo que fuera para no dejar levantar a su contrincante y lo mejor sin que los árbitros marcaran foul luego luego, esos tiempos en que se jugaba de verdad…
Aquella tarde en la escuela encontré a un amigo que según apoyaba al Jazz, aunque sólo era por molestarme, decidimos apostar $50 pesos cada uno a su favorito, obviamente aún sin tener el dinero para pagar sabía que no lo necesitaría, confiaba que Mike ganaría esa noche el Larry O´Bryan.
Comenzó el juego con el característico estruendo durante la presentación del equipo más escandaloso de la NBA, reportaban no se cuantos decibeles de ruido a la redonda del estadio del Jazz de Utah, un juego físico (Malone vs Rodman), técnico (Hornacek vs Pippen), a distancia (Stockton vs Kerr) y sobre todo espectacular (Michael Jordan), un juego muy parejo en puntos, ningún equipo logró tomar ventaja considerable para saber quién ganaría.
Yo afilo de mi cama, viendo la pantalla de una TV de esas que funcionaban con una "antena de conejo”, viendo el juego en TV Azteca narrado por Enrique Garay y Pepe Espinoza, solo escuchaba el famoso “su majestad Michael Jordan” de Garay, aunque creo haber tenido que estar estudiando para mi examen del día siguiente, para mi esto era más importante que cualquier otra cosa en la vida, con 12 años ya AMABA a MJ mas que a nada en el UNIVERSO y sigue siendo así.
Al término del tercer cuarto Scottie Pippen a los vestidores con un terrible dolor en la espalda, no se sabía si regresaría para terminarle juego y peor aún, si enfrentaban un 7º juego sin Pippen tal vez la historia sería otra… Pero Jordan no dejaría que esto sucediera. Minutos finales, los Toros perdían por 3 puntos, tiempo fuera pedido por Phill Jackson para armar la última ofensiva del juego, la última jugada de “The last dance”, los ojos del mundo siguiendo cada movimiento de una sola persona, Michael Jordan.
Yo seguía sin poder despegar los ojos de la pantalla, casi llorando desesperada por saber que pasaría, en ese tiempo fuera, los ojos de MJ pidiendo a Rodman no hiciera foul, un aguador del Jazz estorbando a la cámara para que no grabaran la banca del equipo para no ver la estrategia, todo el estadio de pié al igual que yo en mi cuarto casi sin poder respirar.
Suena el reloj para iniciar la jugada, Malone con la pelota y de la nada sale DIOS con un manotazo limpio al balón, con la sangre tan fría como solo él podía controlar, revisa las posiciones del equipo, hace un movimiento que le rompió los tobillos a Antoine Carr el cual calló a la duela sin poder defender el ÚLTIMO TIRO, tan sencillo de media distancia, que le daría la ventaja de un punto a los Toros, lo demás es historia…
Obviamente lloré de emoción sola en mi cuarto, disfrutando cada segundo de ver como el mejor equipo del universo ganaba un campeonato más, el último campeonato, “THE LAST DANCE”, ya se sabia que MJ no regresaría a los Toros porque Phill ya no estaría en el equipo, Pippen con problemas en la espalda, la edad de todos y problemas con la directiva, recuerdo cuando anunciaron el retiro definitivo de MJ de los Toros, me lo dijo mi entrenadora de basquet de la secundaria Marta Nava (QPD), recuerdo haber llorado, tal vez de tristeza, tal vez de saber que jamás volvería a ver a ese gran equipo aunque fuera a través de esa pantalla de TV con antena de conejo, no se…
Lo que si se es que Michael Jordan marcó mi vida y sigo viviendo con su FILOSOFÍA de vida, del triunfo, del juego, de la superación, de ganar, de perder, de aprender, de esforzarse, de darlo todo y por eso hoy y siempre MIL GRACIAS MIKE, por no solo ser un jugador más, el único GOAT (Greates Of All Time).